Reforma en Passeig Sant Gervasi

Passeig de Sant Gervasi, Barcelona   |   2018-19

DESCRIPCIÓN

La vivienda existente forma parte del grupo residencial conocido como «el Frare Negre» (1935-53), que engloba varios edificios de cariz monumental y los Jardines Maluquer entre Plaza Kennedy y Passeig San Gervasi de Barcelona. Todos los edificios del conjunto tienen las mismas características formales en fachada, mientras que presentan ligeras variaciones en planta a medida que la promoción se fue construyendo. El arquitecto del conjunto fue Eusebi Bona i Puig (1890-1972), y actualmente están protegidos formando parte del Catálogo de Patrimonio Arquitectónico de Barcelona con nivel de protección C.

La vivienda está distribuida alrededor de un recibidor central, en dos zonas claras: zona de día con la cocina, comedor y sala de estar, y zona de noche, con baños y dormitorios. La propuesta de intervención responde a esta distribución previa, agudizando la separación zonal. Las características del solar provocan una planta de vivienda muy alargada, 26m, que interesaba interrumpir espacialmente pero manteniendo la visión transversal de la vivienda. Es por eso que se plantea para el recibidor principal una solución estética diferente a el resto de la casa.

La estrategia del proyecto consiste en liberar el espacio central, llevando los baños a unas posiciones más cercanas a los dormitorios, por permitir disponer del elemento central para un nuevo recibidor que conecte de forma clara con el despacho y haga de transición entre los espacios más privados de la vivienda. Para realizar esta actuación, era necesario ampliar la apertura de paso entre el recibidor y el despacho, para que el recibidor ganara profundidad, y se dignificara el acceso en el despacho.

El gran reto era modernizar toda la casa manteniendo el carácter original, por respeto y sostenibilidad, por lo que tuvimos que rehacer molduras, restaurar puertas, ventanas y lámparas originales a la vez que intentábamos convertir la casa en una obra de arte, manteniendo la máxima de Wright: «Una casa es más un hogar si es una obra de arte».

El patrón del pavimento del recibidor se forma a través de un sistema de superposición de capas con colores y gradientes diferentes. Todas las piezas son distintas y únicas. La figura base es un cuadrado de líneas que se repite con tonos diferentes y decalado del anterior, a fin de conseguir que la suma de 4 cuadrados dé como resultado la pieza final.

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